El artista Andreas Strauss ha elegido la ciudad austriaca de Ottensheim, para construir este sorprendente hotel para bolsillos con bajo presupuesto. Tres tuberías de hormigón colocadas en fila en un parque son en realidad habitaciones equipadas con un colchón ignífugo de dos plazas, un baul para guardar la ropa, iluminación e incluso Wi-fi. Cada cilindro tiene dos ventanitas y una puerta que se abre con una clave.
|
etiquetas: minihoteles de bolsillo , turismo