Detrás del "suicidio" de Markus Reinhardt está el despliegue de lo que se llama un 'sistema de defensa acústica pasiva', que capta sonidos que pueden estar asociados a ataques probables o reales (armas, bombas de tiempo, pasos en áreas no autorizadas, etc), pero que (¿accidentalmente?) grabaron conversaciones "extremadamente sensibles" entre "creadores de políticas globales". El policía fue 'suicidado' con dos disparos en la parte posterior de la cabeza y todas las grabaciones que hizo 'desaparecieron'.