Un año después de su arresto, el célebre fugitivo, acusado de robar 6.000 millones de pesetas, vende cerámica en Centroamérica y regenta un hotelito en la costa de Lugo."Si me sobrara plata, no estaría viajando por Centroamérica vendiendo azulejos", dice. Entonces, ¿por qué se fugó? "Una persona del banco me dijo que la cosa iba a estallar y que tenía que comerme el marrón. Les dije que vale, que me lo tragaba, pero luego cogí 700.000 pesetas y me fui pitando. ¿Se arrepiente? "Era joven y estaba mal asesorado. Creo que fue un error"
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