El ayuntamiento, acuciado por las deudas y la catastrófica situación económica que vive, está decidido a acabar con el fraude que históricamente se da en la localidad. Y no es para menos, ya que uno de cada tres hogares en Silla no paga impuestos ni tasas municipales. ¿Por qué? Porque no; simple y llanamente. Se achaca esa actitud vecinal al hecho de que, desde el consistorio, "nunca" se hayan ejecutado los procesos de embargo "hasta el final", sino que únicamente se hayan limitado "a enviar avisos que jamás se cumplieron"...