Trabajo como maestr en uno de los colegios más grandes de Zaragoza (de Infantil a 3° de la ESO, con 3 vías por curso).
Soy de aquellos docentes que, durante el confinamiento, hicimos videoconferencias semanales y enviamos tareas y correcciones. Y precisamente por eso, tengo la convicción de que la escuela tiene que ser presencial y de que hay que regresar al cole. Porque la educación online solo aumenta las desigualdades sociales y no responde a la necesidad de los niños de socializar.
Si le otorgamos a la escuela la importancia que tiene, el regreso a las aulas debería haberse hecho de otra manera. Reduciendo ratios, haciendo turnos de mañana y tarde, haciendo asignaturas en casa para reducir el tiempo que los niños pasan en el centro educativo (me refiero a plástica, por ejemplo)...
Pero no se ha llevado a cabo ninguna de estas medidas. Lo que se ha pretendido es hacer una vuelta a la escuela segura invirtiendo lo mismo (ya de por sí poco) que en condiciones sanitarias normales.
No se han reducido ratios (24-25 alumnos por aula).
Se nos exige que los alumnos estén separados a un metro y medio de distancia pero los pupitres son dobles o no hay espacio en el aula para guardar la separación.
Los grupos burbuja no existen, porque hay profesorado que pasa por tres o cuatro niveles y cada semana va a dar clase a 300 alumnos.
Los niños más pequeños de primaria empiezan con 5 años, así que algunos será la primera vez que usen mascarilla de manera obligatoria 5 horas al día. Otros niños tienen necesidades educativas especiales que les impiden llevar la mascarilla todo el tiempo en el aula, exponiendo al resto al contagio.
Se nos exige que los niños se laven 5 veces al día las manos pero tenemos 1 baño para chicas y otro para chicos para cada 150-200 alumnos.
Creo firmemente que si las familias no están preocupadas es porque no conocen la realidad de los centros donde están sus hijos.
Ojalá me equivoque y esto no acabe en tragedia.