Cuando un anunciante compra un espacio publicitario, hay siempre cosas que escapan a su control. Puede emplazar su anuncio en un robapáginas online o en el faldón de una publicación impresa, pero nunca tendrá la seguridad de qué contexto será el que acompañe su publicidad. El portal Business Insider recopila a continuación 22 ejemplos en los que el mal emplazamiento de un anuncio genera situaciones cómicas, disparatadas y a veces también.
|
etiquetas: publicidad , humor , marketing , empresas