Durante décadas, los dentistas de todo el mundo han estado empleando una amalgama que contiene mercurio para empastar las caries de nuestra dentadura. No es una forma elegante de atajar con el problema (al sonreír, muchos parecen Tiburón, aquel villano gigantón de James Bond), pero es lo que había. El problema de esta clase de empastes tan generalizados, sin embargo, no es su estética metalúrgica sino que constituyen una fuente de contaminación.
|
etiquetas: contaminacion , mercurio , empastes dentales