La plaza cairota de la Liberación aparecía mucho más tranquila, ayer temprano, que en cualquier otra jornada desde que, dos semanas atrás, estalló la revuelta. No había colas para acceder al recinto acordonado por militares y manifestantes. Pudo pensarse, por un momento, que la protesta se deshinchaba. Que la necesidad de trabajar, de reanudar las actividades cotidianas, empezaba a imponerse sobre el ansia de cambio. El Cairo había vuelto a sus embotellamientos. Las televisiones oficiales (todas las egipcias) emitían imágenes de "normalidad" co
|
etiquetas: transicion , democracia , egipto , revolucion popular