A las llamadas maggies (porque las siniestras lavanderías eran gestionadas por la orden de las Hermanas Magdalena) se las privó de todo: de su nombre, su identidad, su familia, su libertad y su futuro. Y no en la Irlanda ancestral de la inmigración y la hambruna, sino hasta hace tan sólo 17 años, cuando el tigre celta rugía ya con la falsa prosperidad y el país llevaba casi un cuarto de siglo en la Unión Europea.
|
etiquetas: irlanda , iglesia , exclavizar , secuestro , lavanderas , maggies