¿RECONOCE USTED LA GRANDEZA cuando está frente a usted? ¿O sólo ve miseria a su alrededor? Seguramente opta por el pesimismo, porque estamos en un mundo que perpetúa las formas tradicionalmente utilizadas para generar cambios, y éstos no se perciben cotidianamente. Ser revolucionario —como planteé en la anterior columna— consiste en romper con dichas formas. Es revolucionario, por tanto, no ejercer violencia de ningún tipo: el fin jamás justifica los medios y la violencia genera resentimientos que crecen sin límite.
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