Entre los siglos XV y XVII proliferó una enfermedad mental muy curiosa que se extendió como la pólvora: las personas creían estar hechas de cristal. Este delirio les llevaba a pensar que sus extremidades o incluso su corazón eran de vidrio, en los casos extremos incluso llegaban a identificarse con lámparas de vidrio o botellas. Uno de los personajes famosos que sufrió lo que se conoció como “delirio de cristal” fue el Rey Carlos VI de Francia.