Alberto Angel Zanchetta celebra la misa. En enero recaló en ese destino y el párroco Ernesto Salvia le asignó tareas de confesor y asesor espiritual de los jóvenes. Zanchetta es un hombre experimentado: era uno de los capellanes encargados de reconfortar a los pilotos de la ESMA que tiraban vivos a los secuestrados al mar. Por esos antecedentes, el Ministerio de Defensa ordenó hace más de un año su pase a retiro o baja de la Armada.
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