Comenzaron como empieza todo el mundo: botellón, fiesta y amigos, pero pronto descubrieron que las bebidas alcohólicas les provocaban un efecto especial, y es que beber les hacía más sociables, les integraba en grupos de los que nunca sintieron que realmente formaban parte. Olivia, incluso confiesa que ha llegado a consumir alcohol en solitario. Con ello, desarrollaron una adicción a las bebidas que contenían esta sustancia y que les dura hasta el día de hoy.
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