Existe una ideología detrás. El ajedrez es un deporte individualista, competitivo, de destrucción del adversario, donde se van capturando piezas y extendiendo el dominio sobre el terreno. Me gusta el ajedrez como juego, lo había practicado como actividad extraescolar, pero sus valores fomentan más bien poco la solidaridad, la empatía y la colaboración.
No subestiméis la ideología. Y menos en la educación. Daré un ejemplo: Barcelona, durante la guerra civil y ante los bombardeos, vió como la sociedad civil organizada construía centenares de refugios antiaéreos. Su diseño, sufragio y mano de obra para la construcción fue colaborativa y comunitaria como así serían los refugios resultantes: comunitarios. Fueron eficaces, dieron buen resultado y evitaron muchas muertes en ese entonces nuevo tipo de guerra donde la población civil en las grandes ciudades de la retaguardia era el objetivo militar. Uno de sus máximos artífices y diseñadores emigró a Inglaterra, víctima entonces de los bombardeos alemanes sobre Londres. Pero ahí la decisión fue la de que cada familia realizara sus propios refugios, práctiamente inservibles, individuales, en los patios traseros de las casas, y que costaron muchas vidas. El motivo por el cual se impuso un diseño inútil respecto a otro útil fue la ideología; el modelo de refugio comunitario podía favorecer el comunismo.
Así que no subestiméis la ideología. No es gratuito que la filosofía o la música pierdan terreno, o que la historia de los institutos la impartan personas no formadas en historia y con unos contenidos curriculares muy alejados de las facultades de historia, con tendencia al positivismo y una clamorosa ausencia de las "nuevas tendencias" (tienen casi 40 años) historiográficas, tales como la microhistoria, la historia ecológica, historia de las mujeres y en general historia menos estructuralista, no centrada únicamente en fechas, mandatarios, regímenes y batallas y si más en las personas y sus vidas individual y colectivamente.
No es gratuito.
No subestiméis la ideología. Y menos en la educación. Daré un ejemplo: Barcelona, durante la guerra civil y ante los bombardeos, vió como la sociedad civil organizada construía centenares de refugios antiaéreos. Su diseño, sufragio y mano de obra para la construcción fue colaborativa y comunitaria como así serían los refugios resultantes: comunitarios. Fueron eficaces, dieron buen resultado y evitaron muchas muertes en ese entonces nuevo tipo de guerra donde la población civil en las grandes ciudades de la retaguardia era el objetivo militar. Uno de sus máximos artífices y diseñadores emigró a Inglaterra, víctima entonces de los bombardeos alemanes sobre Londres. Pero ahí la decisión fue la de que cada familia realizara sus propios refugios, práctiamente inservibles, individuales, en los patios traseros de las casas, y que costaron muchas vidas. El motivo por el cual se impuso un diseño inútil respecto a otro útil fue la ideología; el modelo de refugio comunitario podía favorecer el comunismo.
Así que no subestiméis la ideología. No es gratuito que la filosofía o la música pierdan terreno, o que la historia de los institutos la impartan personas no formadas en historia y con unos contenidos curriculares muy alejados de las facultades de historia, con tendencia al positivismo y una clamorosa ausencia de las "nuevas tendencias" (tienen casi 40 años) historiográficas, tales como la microhistoria, la historia ecológica, historia de las mujeres y en general historia menos estructuralista, no centrada únicamente en fechas, mandatarios, regímenes y batallas y si más en las personas y sus vidas individual y colectivamente.
No es gratuito.