#1#6 Otra "feminista" pseudo-progre que, miren ustedes por donde, resultó ser una monjita ultraconservadora.
Muchos conversos al islam (y otras sectas) comparten la misma historia: gente que se autodefinen como "muy progresistas y de izquierdas" y que buscan tener certezas sin fisuras, es decir, un manual de conducta como el que les proporciona la fe. Convirtiéndose al islam evitan ante todo la gran molestia de tener que pensar por si mismos ya que el libro sagrado, y las consignas de los sermones, se lo dan todo bien mascadito.
Esta chica responde al prototipo de "falso progre" que, en su ignorancia, va buscando respuestas que encajen con la "sensibilidad especial" y superioridad moral que otros seres inferiores no tenemos. Un día es invitada a una mezquita y entre alagos y buen rollito, sorpresa (!), descubre que "Alá tiene un plan para ella".
Ahí encuentra todo el moralismo del que tanto gusta, suple sus necesidades espirituales y de pertenencia, y hace nuevos amigos y "hermanas" en un entorno colectivista de inspiración internacional. Este conversa se siente especial y alagada, y puede hacer uso de toda la superioridad moral del mundo a la hora de dar rienda suelta a su rencor contra la sociedad occidental "machista y decadente" que tanto desprecia. Por supuesto, el victimismo es parte del paquete, donde cualquier crítica laicista es invariablemente tachada de "islamofobia" y otros palabros.
Si todavía no habéis conocido algún caso de forma directa os aseguro que lo haréis. Alguna persona de mente débil falto de cultura o instrucción, aparentemente laica y atea revolucionaria, que termina siendo seducida por la irresistible ideología totalitaria del islam (cuya traducción es "sumisión"), convenientemente maquillada para las audiencias post-modernistas de occidente.
Los falsos aladices del progresismo de hoy, serán los islamistas y ultra-conservadores de mañana.