Del latín susceptibĭlis, el adjetivo susceptible tiene dos grandes usos. Por un lado, hace referencia a quien es quisquilloso, demasiado delicado o que es fácil de ofenderse con cualquier pretexto.
Un informante es un miembro de un grupo social cerrado (una organización criminal, una comunidad indígena, un grupo social marginado, una agencia de seguridad, etc.) o de una organización que provee información privilegiada sobre ese grupo u organización a una persona u otra organización que se encuentra fuera del grupo.