El Dr. Varlot (del Hospital de París) propuso un uso bastante horripilante de la electricidad, aunque éste no hacía promesas de curas milagrosas, ni ejecutaba a nadie. Varlot propuso "metalizar" a los muertos (como vemos en esta imagen tan inquietante de un niño siendo galvanizado) para, bueno, algún propósito, un propósito desconocido. Simplemente parece y parecía una mala idea, en todos los sentidos: un ejemplo de malas ideas en todas partes. Los usos médicos de un bebé galvanizado parecen muy limitados, y no puedo imaginar a nadie que quiera hacer algo así con un hijo suyo muerto. Es un error a todos los niveles.
El grabado procede de Leonard de Vries, "Victorian Inventions" (1971), que cita la fuente original (el Scientific American de 1891) con esta descripción del procedimiento:
"El Dr. Varlot, cirujano de un importante hospital de París, ha desarrollado un método para cubrir el cuerpo de un difunto con una capa de metal con el fin de preservarlo para la eternidad. El dibujo ilustra cómo se hace con el cadáver de un niño. En primer lugar, el cuerpo se hace conductor de la electricidad atomizando sobre él nitrato de plata. Para liberar la plata de esta solución, se coloca el objeto bajo una cúpula de cristal de la que se evacua el aire y se expone a los vapores de fósforo blanco disuelto en disulfuro de carbono. Una vez convertido en conductor, el cuerpo se sumerge en un baño galvánico de sulfato de cobre, lo que hace que se deposite en la piel una capa de cobre metálico de un milímetro de espesor. El resultado es un acabado de cobre rojo brillante de excepcional resistencia y durabilidad".
Los mensajeros se situaban en colinas cuidadosamente elegidas y utilizaban recipientes cilíndricos de arcilla o metal de igual tamaño, llenos de agua (hasta 3 codos de altura y hasta 1 codo de anchura). En cada recipiente había un corcho flotando, un poco más estrecho que la abertura del recipiente. Las varillas, divididas en partes iguales, llevaban inscritos los mismos mensajes acordados previamente en cada una de ellas y se fijaban en el centro de los flotadores (por ejemplo, "Los jinetes han entrado en el país"). El operador-transmisor, levantando una antorcha encendida, indicaba al operador-receptor el envío del mensaje y luego esperaba la confirmación con el levantamiento de la antorcha del receptor. Después, bajaba la antorcha, señalando la apertura simultánea de los dos grifos de sus aparatos.
Las varillas con los mensajes descendían, y cuando el mensaje deseado a enviar aparecía en el borde del dispositivo del emisor, éste volvía a levantar la antorcha, indicando al receptor la interrupción simultánea del flujo de salida. Debido a la semejanza geométrica de los dispositivos, el mensaje deseado acordado previamente de antemano se mostraba también en el dispositivo de los receptores.
No deja de ser curioso que Chapa Discos les planchase sus primeros discos, un sello creado ex profeso por Zafiro, una discográfica financiada por el Opus Dei.
Este tipo de comportamientos no deberían saldarse sólo con su reprobación pública y la cancelación del acto.
Cuando personajes como este, con cierta reputación mediática, alientan públicamente conductas que van contra los protocolos y la seguridad sanitaria se debería actuar de oficio y ser sancionados de modo ejemplar.
Esto no es carnaza para el salseo, hay vidas de por medio y no se pueden tolerar actitudes tan peligrosas, poco solidarias y ciegas con la realidad actual.
#57 Hasta donde yo sé el de Chihuahua no es un medio asociado, pero cita la fuente original.
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#8 La autora es colaboradora habitual de el diario El País, medio original en el que se ha publicado, y que a veces actúa de muro poroso. Por eso mismo aporto otro enlace sin ese tipo de restricciones en #1 (en el que se reconoce el medio del que procede, justo al final del artículo).
Leyendo cierto tipo de comentarios queda patente la necesidad de reforzar el sistema sanitario con más recursos para prevenir, detectar y tratar problemas mentales.
Aún así, de casa podemos salir con un poco más de humildad y empatía, que para eso no hay que pasarse por la farmacia.
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