¿Quién no quisiera ser Schwarzenegger (uno de los ejemplos más radicales de consecución del sueño americano)? Es por eso, de eso viven los Estados Unidos (véase el documental de Michael Moore). Yo, por ejemplo, adoro el dinero y blablablá, pero voto a la izquierda (y no me refiero al PSOE, claro está :P) por ética. Woody Allen, por ejemplo, en varias películas habla sobre lo maravilloso que sería que todos tuviéramos lo mismo o fuéramos felices (no exactamente así, pero no me apetece explayarme), y sin embargo, ya sabréis que él no vive en un piso alquilado (un mejor ejemplo de izquierdista comprometido era Sartre). Lo que quiero decir es que también existe gente que funciona al revés que la que titula esta noticia, y lo de Arnold y Moore es lo que dice #8.
Para #11 y #25, de mi youtuber ajedrecístico favorito, por si no lo conocéis