La verdad es que este artículo tiene más enjundia de lo que pueda parecer a simple vista. El problema es complejo, porque toca varias de las tendencias sociales actuales
- Hipercapitalismo. El ethos actual se basa en el individualismo extremo, la mercantilización de todo y la extrema competencia. Por tanto, se ve con buenos ojos que la justicia se convierta en un libre mercado del relato. Quien pueda pagarse el mejor abogado tiene más razón. El que no pueda debe ser regulado por las crueles leyes del mercado.
- El posmodernismo. Todo es relativo y depende del contexto y la interpretación cultural. Las pruebas, ese vestigio del materialismo, son cada vez menos importantes. Verosímil gana a verdadero.
- La desconfianza en todo lo oficial. Estamos en la era dorada de las fake news, las teorías de la conspiración y el antiintelectualismo. Nos hemos convencido de que una prueba no es fiable, que todo es falsificable y que todo el mundo miente. Por tanto, la típica prueba que pueda exhibirse en un juicio, como un documento o un video, cada vez tiene menos peso, porque todos sabemos lo fácil que es su falsificación. Ya no creemos en nada de lo que vemos u oímos, por lo que la justicia va virando hacia la tradición asiática. Me explico. La tradición occidental ha basado la justicia, siguiendo el derecho romano, en normas y documentos. Un juez es un intérprete de normas, que las aplica en función de las pruebas. Para la tradición asiática, un juez es un hombre sabio y ético que es capaz, de discernir la verdad mediante su juicio. Puesto que la realidad es más compleja que las normas, éstas son menos efectivas que la confianza en un juez de probada moralidad y ética. Vamos, pues, comprando ese relato: las pruebas son endebles y discernir la verdad depende del buen criterio del juez. Confiar en las personas parece ser lo último que nos queda.
- La dificultad técnica y material de probar ciertas cosas que antes, simplemente, no se denunciaban. Probar una violación es técnicamente muy difícil. Supongo que se tiende a rebajar la exigencia probatoria por su dificultad, lo que se ve reforzado por el contexto cultural expuesto en los anteriores puntos.
En resumen, sí, es un problemón muy grave. ¿Solución? Ni idea.
#2 He entrado solo para votarte positivo. No somos conscientes de lo caro que lo vamos a pagar. Se ha caído totalmente el discurso. Vamos a calzón quitado. No hay norma que valga, la unica regla es que la fuerza es derecho... hemos asumida la idea basica del fascismo, que el fuerte es el que tiene derecho a aplastar al débil y el resto de normas son basura. Algo muy poco inteligente cuando, al mismo tiempo, vislumbramos un horizonte donde ya no seremos los más fuertes.
Tengo una duda. Cuando ves un artículo de opinión que es pura basura pero crees que es interesante ver las groseras trampas logicas que es capaz de utilizar su autor... Se debe menear?
Está bien que utilices las palabras "ciencia ficción" y "película" para seguir difundiendo una teoría de la conspiración tan dañina. Tampoco es una técnica de propaganda nueva, pero así te evitas problemas.
Ahora solo te falta añadir aquello tan divertido de la ausencia de prueba no es prueba de ausencia, que tanto te gusta.
#1 Cuidado con esto: aunque el argumento no va desencaminado del todo, no hay ninguna "selección natural". La preferencia por ciertos oficios no es genética ni los judíos son más listos que cualquier otra etnia.
Lo que pasa es que, en efecto, una cultura, que no es más que un conjunto de reglas, tiene efectos sobre la realidad material de la sociedad que la porta. Por ejemplo, la irrupción del protestantismo impulsó la alfabetización de los países por los cuales se extendió, porque ahora se había implementado una nueva norma cultural del tipo "puesto que es bueno juzgar por ti mismo la Biblia y no contentarse con la versión oficial, como hacen los católicos, es recomendable aprender a leer".
Con los judíos ha pasado algo parecido. Si tienen normas sociales del tipo "es imprescindible saber leer, escribir y memorizar" o "la usura no es pecado", es totalmente lógico que abunden los funcionarios, abogados, médicos y banqueros entre ellos. El caso contrario puede ser el de los gitanos, cuya cultura tiene algoritmos del tipo "hay que abandonar la escuela lo antes posible", con los resultados esperables.
Las diferentes culturas tienen efectos sobre sus usuarios, pero no son inmutables ni modifican los genes. El argumento racista no solamente es inmoral, sino científicamente falso.
#145 x.com/nachogiron/status/1774484432533029362
Este es el bueno. No es que me parezca relevante, pero me hace gracia el tema... Será otro Conan clonado del Conan original? Será que realmente está como una chota? Misterios de alta politica de los tiempos que nos ha tocado vivir...
Meneo porque es interesante, pero disiento de tu visión de cómo van las cosas en esa guerra.
Para muchos parece ser que los ucranianos son unos estúpidos que no saben lo que hacen, pero yo parto de la base de que tienen a muchas mentes cualificadas de la OTAN detrás y de que la guerra no la dirigen los militares, sino los políticos.
Se suele pecar de analizar este conflicto desde una perspectiva histórica equivocada: Rusia, como heredera de la URSS, mantiene muchas de sus características. No voy a explayarme, pero esto no es la Segunda Guerra Mundial y no creo que los rusos hayan realizado una retirada estratégica para que el enemigo alargue estúpidamente sus líneas o para poder embolsarlos. Rusia, que no es la de Stalin ni la de los zares, tiene unos recursos bastante limitados y un ejército corrupto y mal mandado. Por la información que tenemos, se pueden considerar éstas afirmaciones razonables. No está para muchas alegrías tácticas.
El movimiento hacia Kursk, desde mi humilde opinión, tiene todo el sentido si se tiene en cuenta que vienen las elecciones americanas y que, tras ellas, puede darse el primer intento serio de negociaciones de paz. Por tanto, la misión encomendada a los ucranianos que han protagonizado la ofensiva podría resumirse con «necesitamos que capturéis un trozo de rusia para tener una carta que intercambiar en la mesa de negociaciones y mostrarle al mundo de lo que somos capaces; no esperamos que la mantengáis para siempre, solo un par de meses».
- Hipercapitalismo. El ethos actual se basa en el individualismo extremo, la mercantilización de todo y la extrema competencia. Por tanto, se ve con buenos ojos que la justicia se convierta en un libre mercado del relato. Quien pueda pagarse el mejor abogado tiene más razón. El que no pueda debe ser regulado por las crueles leyes del mercado.
- El posmodernismo. Todo es relativo y depende del contexto y la interpretación cultural. Las pruebas, ese vestigio del materialismo, son cada vez menos importantes. Verosímil gana a verdadero.
- La desconfianza en todo lo oficial. Estamos en la era dorada de las fake news, las teorías de la conspiración y el antiintelectualismo. Nos hemos convencido de que una prueba no es fiable, que todo es falsificable y que todo el mundo miente. Por tanto, la típica prueba que pueda exhibirse en un juicio, como un documento o un video, cada vez tiene menos peso, porque todos sabemos lo fácil que es su falsificación. Ya no creemos en nada de lo que vemos u oímos, por lo que la justicia va virando hacia la tradición asiática. Me explico. La tradición occidental ha basado la justicia, siguiendo el derecho romano, en normas y documentos. Un juez es un intérprete de normas, que las aplica en función de las pruebas. Para la tradición asiática, un juez es un hombre sabio y ético que es capaz, de discernir la verdad mediante su juicio. Puesto que la realidad es más compleja que las normas, éstas son menos efectivas que la confianza en un juez de probada moralidad y ética. Vamos, pues, comprando ese relato: las pruebas son endebles y discernir la verdad depende del buen criterio del juez. Confiar en las personas parece ser lo último que nos queda.
- La dificultad técnica y material de probar ciertas cosas que antes, simplemente, no se denunciaban. Probar una violación es técnicamente muy difícil. Supongo que se tiende a rebajar la exigencia probatoria por su dificultad, lo que se ve reforzado por el contexto cultural expuesto en los anteriores puntos.
En resumen, sí, es un problemón muy grave. ¿Solución? Ni idea.