Entonces que renuncien a la imposición de la religión católica por los frailes españoles y que dejen de adorar a ese muñeco de yeso de la Virgen de Guadalupe, que dejen de hablar español y ya puestos queremos escuchar sus doblajes de películas en lengua maya, así como también su música de rancheras.
A pesar de que ya sabe el martirio que infringe, seguirá en su actividad de troglodita. Afortunadamente es una "especie" en inexorable vía de extinción.