Se han quedado cuatro gatos, revindicando todo el día que son ETA y que, por ello, les tenemos que tener miedo.
Hace poco leía en la prensa que la mayor preocupación de los ciudadanos españoles era el terrorismo, por encima de la vivienda o del paro. Los PP-alarmistas han conseguido una psicosis injustificada ante este problema, ya que causan muchas más víctimas otros problemas como la violencia de género o las carreteras.
Sinceramente, yo no les tengo ningún miedo ni me siento amenazada por su lucha. Contra la intención de propagar el terror, hay quienes optamos por el sentido común.
Somos nosotros los que trabajamos y los carcamales que se pasean por la oficina sin mover un dedo son los que se llevan los sueldos buenos (los suyos y la parte del tuyo que te roban)
Si ni Dios cogiera un puesto por menos de 1500 € otro gallo cantaría...
No tiene ni pies ni cabeza, lo único que podrían hacer es anular tu garantía, pero yo no firmo ningún documento al comprar la Wii, así que responsabilidad 0
Pero bueno, qué revolución. No he podido acabar de exponer mi idea ante la inesperada visita de mi jefe y cuando por fin disfruto de la tranquilidad de la soledad y vengo a acabar mi discursito... y ¡sorpresa! todos encima.
Mi última frase era: Ojalá yo descubriera también algo gratuito y al alcance de todos y pudiera hacer negocio con él.
Así que estoy de acuerdo con vosotros, tranquilidad.
No es que no vea útiles las medidas de seguridad. Es más, creo que son indispensables.
Pero creo que todo el presupuesto (de todo punto desorbitado) podía haber dado mayor valor añadido. Es decir, ya que se han puesto a levantar Madrid, que hubieran acabado con el gravísimo problema del tráfico. Cuando acaben las obras, dará igual. Seguirá habiendo atascos bajo tierra (de hecho, cuando salí del túnel, el tráfico era fluido), si no, tiempo al tiempo. Los había antes, con los mismos tres carriles, los habrá después, pero bajo tierra.
De todas maneras, mi post es muy personal. Es mi derecho a la pataleta después de dos horas bajo tierra. Y no fui la única. La gente se bajaba del coche, indignada ante lo que estaba viviendo en la inaguración del famoso super túnel.
Hace poco leía en la prensa que la mayor preocupación de los ciudadanos españoles era el terrorismo, por encima de la vivienda o del paro. Los PP-alarmistas han conseguido una psicosis injustificada ante este problema, ya que causan muchas más víctimas otros problemas como la violencia de género o las carreteras.
Sinceramente, yo no les tengo ningún miedo ni me siento amenazada por su lucha. Contra la intención de propagar el terror, hay quienes optamos por el sentido común.