#24 No sé si Jesús fue o no un personaje real. Igual es una invención. Pero de lo que sí estoy seguro es de que La Existenca, es decir, El Ser, es un hecho innegable, que la existencia de uno mismo es autoevidente, que El No-Ser, no es existente, y que por lo tanto, no hay, por consecuencia lógica, nada distinto al propio Ser. Y también, por lógica, si no hay nada diferente a un "algo" que pueda separarlo de sí mismo, no pueden haber distintos "algos", por lo tanto, la inexistencia del No-Ser tiene como consecuencia que el Ser no tiene límites, y no puede haber tenido ni principio ni podrá tener final, dado que no pudo empezar a existir al no haber inexistencia de la que hubiera podido emerger y en la que pudiera eventualmente sumergirse. La existencia del No-Ser negaría su inexistencia. Entonces, para mí, El Ser, La Existencia, es Dios, o El Espíritu, o como lo quieras llamar, y lo abarca todo. Todo es Dios. Y nada deja de ser. El pasado todavía existe, el presente es, y el futuro ya es. Existen infinitos pasados presentes y futuros simultaneos que son observados por Dios y, esa observación es cada una de nuestras vidas. Somos Dios observándonos a nosotros mismos, recorriendo los infinitos caminos de nuestra infinitud.
#6 Te recuerdo que es una sociedad acostumbrada a tener un tiroteo en público casi cada semana y a que una enfermedad no tan grave te deje en la ruina.
Trump, Bolsonaro,... los voxemitas del mundo gestionando con mucho criterio.
Ahora parece que está preparando el robo del siglo a los 300.000 millones de barriles de petróleo de Venezuela, con lo que va a matar dos pájaros de un tiro.
#0 Esto parece la ansiada cura de la pandemia de COVID-19.
El problema ahora es determinar:
1) la vía de administrar el medicamento: inyección, pastilla, supositorio
2) la dosis necesaria
3) los efectos secundarios