#4 Otro igual. Incluso entrando en cetosis un par de veces durante 4-5 días. La verdad que cuando consigues habituar a tu cuerpo a comer de manera consciente es un gustazo.
Para la gente que lo quiera intentar recomiendo por experiencia personal:
1/ Evitar en lo posible los alimentos procesados. Pagas más y te llevas comida de menos calidad y menos nutritiva.
2/ Buscar sustitutos o preparaciones más sanas de la comida que te gusta Ej: frutos secos crudos/tostados vs fritos
3/ Hacer listas de la compra, aunque sean mentales, de síes y noes.
4/ Encontrar esos alimentos sanos que ya te gusten para tener siempre en la nevera.
5/ No descuidar tu ingesta diaria de proteínas.
6/ las 2-3 primeras serán duras, evita comer en lo posible fuera de casa o comer on the road(supermercado, snacks, panadería...)
A partir de ahí comer lo mejor posible sin volverse loco, tu gusto ya habrá cambiado y al final somos seres sociales.
#28 Sí, es un término muy amplio y como tal su realización tiende a infinito. Y cada uno pondrá el acento en un sitio distinto, seguro. Pero hay acuerdos de nuestra civilización como la Carta de los Derechos Humanos (sometida a constante revisión, o no, o yo que sé) cuyo cumplimiento o acercamiento debería ser condición para hablar de una sociedad justa. Y a nivel personal, fuera de este tema, pienso que la plusvalía es un robo porque normalmente se asienta en una inequidad de derechos.
Sales a la calle y está lleno de tontos. El acoso sistématico de muchos es asqueroso. Y si se lo reprochas, aún se ponen gallitos o directamente violentos como estos mandriles.
#20 Si la religión no estuviera normativizada y se adoctrinará con ella desde la infancia, todos esos creyentes entrarían en la categoría de pacientes psiquiatricos.
Partiendo de la duda en lo acertado o equivocado de no hacer caso a "Julio Cesar"(el instinto de conservación es poderoso) lo que me evoca no es tanto la acción del otro como el de la propia subjetividad inicial del ponente/hablante, al cargar de razón el lenguaje no verbal del otro. Al imbuir y dotar a ese que nada ha hecho para merecerlo, de poder y capacidad de afirmación/negación en base a su gestualidad.
Vivimos con nuestros semejantes y a través de ellos, pero el cuestionamiento eterno, la dirección subrogada como pararla? La mente lúcida siempre dudará pero Ay! de dejar que un otro que nada cumplió domine o guíe. Y sin embargo, los más peligrosos aquellos que no dudan.