No sé si tendrá relación, pero entre mediados y finales de enero hubo algunos brotes de gripe.
En el municipio donde vivo, unos 50.000 habitantes, muy cerca de capital de provincia, daba la impresión de que lo estaba pillando mucha gente. Son datos totalmente subjetivos y sesgasdos, claro.
En mi caso, solo tuve 1 día con algo de fiebre, pero estuve tocado como dos semanas y con una tos seca que no había tenido otras veces.
Mi madre, en otro municipio cercano y a la que visité cuando ya estaba mejor, también pilló una "gripe" o catarro (¿quién sabe?) qué le duró 12 días (raro en ella) y que se automedicó a base de Paracetamol.
Ninguno de los casos que conozco fue al médico.
Pudo ser cualquier cosa, catarro, una gripe estacional normal de toda la vida, pero...
Con los autónomos ocurre como con los funcionarios, hacemos un saco y todos al mismo.
No es lo mismo un odontólogo o abogado al que le va bien, tiene personal contratado y factura, no sé, 10.000 euros al mes, que alguien que intenta sobrevivir sin depender de ayudas.
Os lo creáis o no, hay gente que no es capaz de facturar más de 1000 euros al mes, pero con eso pueden ir tirando sin recurrir a ayudas sociales. Si les quitas el 50 o 60% de esos ingresos, están jodidos.
Claro, es evidente que no valen para empresarios, pero porque narices no les dejamos vivir si el 100% de ese dinero va a revertir en la economía y va a ser para pagar impuestos (energía, suministros, vivienda...)
Claro que habría que controlarlo y perseguir el fraude, pero impedirles esa salida es abocarlos a la economía sumergida.
¿No hay un mínimo vital? Pues cargarlo de impuestos y hacerlo inviable no me parece solución. ¿O es que el que echa gasolina, paga la electricidad y la cesta de la compra facturando 500, 600 o 1000 euros no está pagando impuestos?