Si eso se materializa será en fin de la función pública profesional y volveremos al sistema de "cesantes" del siglo XIX. Ganar unas elecciones se convertira en un botin muy apreciado. El desembarco en la administracion de "funcionarios fieles" serça un hecho cada vez que se cambie de signo politico y las corruptelas y corrupcion se multiplicara por mucho. Los funcinarios no seran independientes y estaran mas pendientes e interesados en que su partido gane las elecciones que del servicio publico. El articulo 103 de la constitucion quedara vacio de contenido.
Los funcionarios con funciones de control de los organos politicos no ejerceran tales controles porque se juegan su puesto. Interventores y Secretarios Municipales por ejemplo.
Seguro que no estais de acuerdo muchos, pero este pais, a pesar de todo lo que se critica a los funcionarios, funciona gracias a ellos, las administraciones funcionan, unas mejor que otras, gracias a los funcionarios de carrera y no gracias a los politicos, asesores y sus cargos de confianza.
Insisto. Si eso se materiliza la corrupcion, la desprofesionalizacion, el pucherazo y el abandono del servico publico, estan garantizados. Lo que para algunos puede parecer una avance es una regresion de mas de 100 años. Saludos
Con el sistema electoral actual, los partidos mayoritarios son mas mayoritarios de lo que les correspondería y los minoritarios mas minoritarios de lo que les correspondería si la representación fuera totalmente proporcional y no estuviera tan desequilibradao el reparto de diputados por provincias.
Si la proprocionalidad no fuera corredia por la Ley D'Hont y no hubiera tanto desequilibrio en la representación de cada provincia, a lo mejor lo mayorítarios serían menos mayoritarios y lo minoritarios menos minoritarios y tal vez las personas se platearian mas opciones que las actuales a la hora de votar.
El sistema electoral actual se pensó para darle estabilidad al sistema democrático en la transición y formar mayorías amplias y estable de gobierno.
Ahora hay que pensar en dar a cada uno la representación que le corresponde de forma equitativa y que el voto de cada ciuidadano tenga el mismo valor, vamos que sea un voto igual de verdad para todos.