Pobre gente. Lo que han debido tener que aguantar.
«La fisionomía del vizcaíno es inteligente y noble; la del español inexpresiva y adusta. El vizcaíno es nervudo y ágil; el español es flojo y torpe. El vizcaíno es inteligente y hábil para toda clase de trabajos; el español, es corto de inteligencia y carece de maña para los trabajos más sencillos. Preguntádselo a cualquier contratista de obras, y sabréis que un vizcaíno hace en igual tiempo tanto como tres maketos juntos» --Sabino Arana.