Es curioso. Esta noticia me hubiese impactado hace unos años. Pero ahora la leo como cualquier otra. Una más, y eso es de hacérnoslo mirar porque no soy el único.
Nos estamos acomodando a vivir entre injusticias, corrupción y miseria. No entiendo como aún no vemos humo en algún que otro edificio.
Yo llegué a odiar la lectura cuando me obligaron en el colegio a leer aquellos interminables y aburridos clásicos de la literatura. Joder, que el mundo avanza y mis profesores se quedaron en Cervantes... Y veo que hoy en día seguimos cayendo en el mismo error. Qué sí, que hay que leer los clásicos. Pero por placer, no por obligación. Hay que enseñar el placer de la lectura, no imponer. ¿Pero qué vamos a esperar de una educación en la que su máxima parece ser esa? Imponer.
¿Sabes Qué Significa Un Listón Amarillo Amarrado Alrededor De La Correa De Un Perro?