Pues la reivindicación parece justa pero olvidan que existen otras carreras, incluso algunas de humanidades, que también constaban de 5 años y, aún así, para poder hacer el doctorado hay que hacer el máster. Así que, desde mi punto de vista, teniendo razón, pecan de ombliguismo.
El problema de todo este proceso de modificación es que los grados no valen nada de nada y todo se decide en un posgrado. Por cierto, los posgrados son mucho más suaves que los grados y, en muchas ocasiones, abren la mano con las notas de forma extrema, así que no veo el mérito que tiene situar todo el peso curricular en un tramo que, además de ser el más corto, es el más sencillo de obtener.
#54 Diste en el clavo de un asunto bastante controvertido... las distancias entre idiomas. Parece que a autores como Heidegger hay que leerlos en su lengua original; para los griegos hay que hacerse con un glosario básico de lo que podían significar sus términos centrales en el contexto dado. Los rusos, por distante su lengua de la nuestra, parecen dificultosos en su traducción. Y, finalmente, para llegar a comprender, quizá, sean necesarias otras lecturas. Pero mi opinión, francamente, es que más vale leer bien cuatro cosas muy bien escogidas que leer compulsivamente sin ningún tipo de criterio. Me atrevería a decir, que un o una grande bien leído, con toda la profundidad que se pueda y apoyándolo en lecturas secundarias vale más que una lectura desordenada durante toda la vida. Quizá leer a Platón sea, en cierta forma, leer ya todo...
P.D: el problema es tener tiempo y el tiempo, junto con otras necesidades, digamos, materiales (porque con el estómago vacío no se puede leer, ni hacer nada), debería ser el mayor de los derechos. En fin, esa es otra cuestión.
Hace unos años, en el reportaje del 2002 titulado "Derrida", le preguntaban al filósofo Jacques Derrida si había leído mucho en su vida y él contestó: "No, no he leído mucho pero lo importante lo he leído bien". Su figuras es de las más importantes del siglo XX y nadie puede dudar de su erudición.
Según mi criterio, una cultura casi universal requiere pocas lecturas, pero muy bien realizadas. Quizá con un millar de libros sea suficiente pero algunos requerirán muchos esfuerzos; valgan una lista tentativa de imprescindibles: Platón, Aristóteles, Tomas de Aquino, Kant, Hegel, Nietzsche, Hume, Dante, Cervantes, Dostoievski, Proust, Shakespeare, Dante, Tolstoi, Husserl, Heidegger, Sartre, Beauvoir, Ortega, Derrida, Deleuze, Foucault... Pero claro, esto requeriría una "reforma del mercado laboral" para dejar la jornada laboral en 2 horas (cosa que no estaría mal).
Leer un libro al día me temo que aporta bien poco, una prueba sería preguntarle la lista de libros leídos en el último año; seguro que no sabría recitarla íntegra, y eso valdría de prueba del escaso rendimiento de sus lecturas.
Lo de Chomsky es muy interesante. Su teoría lingüística, partidaria de ciertos innatismos, puede leerse como una postura filosóficamente conservadora, sin embargo, las tendencias políticas de Chomsky todos las conocemos. En cierta manera, su pensamiento esta escindido en dos mitades difícilmente conciliables. El izquierdismo filosófico más común opta por un constructivismo radical en todas las facetas, también en lo que se refiere a la adquisición del lenguaje, sin embargo, Chomsky es muy clásico en ese sentido y opta por posturas innatistas, al viejo estilo kantiano. Esto implica una menor plasticidad de «lo humano». Precisamente, muchas posturas conservadoras se han apoyado en la postulación de una cierta «naturaleza humana pre-social», innata, por decirlo de alguna manera y, con ello, han postulado la imposibilidad de construir sociedades muy diferentes a la nuestra, pues la nuestra estaría anclada en la susodicha «naturaleza». Por este motivo, la izquierda política y filosófica ha tendido a rechazar propuestas innatistas, esencialistas, etc.. Chomsky, pese a ser progresista (anarquista, se define él) ha prescindido, sabiamente, según mi criterio, de este tipo de prejuicios y, además, lograr el beneplácito de gran parte de la izquierda (de la socialdemocracia hacia la siniestra, y hasta Chávez) sin ningún tipo de problema.
En el artículo no queda muy claro el motivo del cese que, por otra parte, suena a mero capricho.
#5 Se supone que la mentira reside en que el piloto dijo que era por la nube de mosquitos que bloqueaban los censores y, finalmente, pudo ser porque el censor esta obstruido por un capuchón, o algo así. En todo caso no hay mentira alguna, el piloto pensó que el censor no funcionaba por los mosquitos porque no se percató de lo otro. Así que, estoy contigo, no hay mentira, hay error.
Lo que el blogger considera «carencias de usabilidad» no son más que peculiaridades del sistema, por otra parte, típicas del recién llegado al mundo de mac os X. El primer día que enciendes una computadora de Apple te preguntas dónde se cierran los programas, le das a la x pero siguen en el dock abiertos. A partir de ahí tardas una semana en acostumbrarte a los atajos del teclado que, según mi criterio, son más decisivos en Mac Os que en Windows. Cuando te acostumbras, según mi criterio, el Mac Os permite mayor agilidad en las operaciones, por ejemplo, el «expose», para cambiar de programa, es lo más rápido y cómodo que me puedo imaginar.
No soy un entendido en el asunto pero en una situación dudosa, como parece ésta, en la que no queda absolutamente claro que la culpa recaiga sobre Natalia creo que la federación española debe ponerse de su lado. Si la irregularidad no permitiera duda entonces comprendería que no la defendiera pero en el acontecimiento de la carrera no queda del todo claro. El presidente de la federación me parece, por ello, algo muy cercano a un traidor.
Lo cierto es que los artículos de Reverte son bastante malos. La esencia de su prosa es el insulto, siempre bajo la velada premisa de que él es superior a los que insulta pues, en definitiva, siempre se insulta desde "arriba". El caso es que la valía intelectual de Reverte, según mi criterio, está en franca tela de juicio. Es probable que muchos de los profesores y catedráticos de la universidad que critica, incluido el futurible catedrático (catedrática imagino) en igualdad de género, lo superen con creces.
Sin embargo, el fondo del asunto no es del todo erróneo. Según mi criterio un amplio sector de feminismo institucional se dedica a temas absolutamente accesorios que poco ayudarán a la igualdad "real", o la que sea. Una de esas estupideces consiste en proponer, como se hace en ocasiones, "torsiones" del idioma que son imposibles; ya sea escribir tod@s o todxs o cosas por el estilo que, entre otras cosas, no tienen opción ninguna en la lengua oral porque son impronunciables. En general, esto no es más que la punta del "iceberg" de algunas políticas, o lo que sea, que se están llevando a cabo sin ningún tipo de horizonte. Por otra parte, el feminismo, aunque sea el más superficial y pueril, está en su momento de gloria institucional y, el aprovechamiento está consistiendo en dilapidar sus propias fuerzas disfrazándose de estupideces que poco o ningún favor hacen a la causa, sea ésta la que sea. De ahí que, como se puede observar y ya está sucediendo, en poco tiempo todo el prestigio de tales reivindicaciones caigan en el mayor de los desprestigios. Si no me equivoco este ha sido también el devenir de muchas causas propias de la izquierda política, quizá sea momento de reflexionar sobre la innecesaria mezcla de propuestas dignas con aplicaciones descabelladas.
El gran perjudicado de la carrera es el sponsor, creo que es Seiko, que puso el cronómetro para todas las televisiones. Si os fijáis en la carrera televisada, el cronómetro marca 9.4 cuando Bolt pasa por meta. Tiene su gracia porque, en la carrera en directo, cuando pasó por meta parecía que había pulverizado (aún más) la plusmarca mundial.