#20 Es cierto, la obra pública en España se ejecuta muy bien y muy barato, a pesar de que popularmente se crea lo contrario, por culpa de las mordidas, los elefantes blancos y una dosis de sensacionalismo periodístico.
Pero dicho eso, la discusión económica seria sobre el gasto en infraestructuras lo que cuestiona es el desproporcionado empleo de recursos públicos para la inversión en capital físico (infraestructuras) y la falta de inversión en capital humano (educación, formación, investigación). Lo que se cuestiona, por lo tanto, es el coste de oportunidad de esa ingente inversión, en qué medida hicimos bien en emplear los "frutos de la bonanza" de la manera en que lo hicimos, y qué consecuencias tiene eso para el modelo de desarrollo, la distribución sectorial de la economía y el mercado de trabajo. Finlandia suele ser el contraejemplo habitual.
La solución es legalizarlo y regularlo, y cambiar a estos camellos horteras cuyo negocio contribuye al sostenimiento de unas redes (de contrabando, de blanqueo, de soborno a policías y jueces) que sirven también para el tráfico de personas y de otras drogas, por señores con una licencia trabajando de estanqueros de cannabis. Las cárceles verían reducir la población reclusa y funcionarían mejor, el estado ahorraría una pasta y le llovería un maná de impuestos, se crearían puestos de trabajo en la comercialización (estancos), distribución y producción, trabajos legales contribuyendo a la Seguridad Social, no como estos camellos mafiosos metiendo hachís en lanchas. Si lo que te preocupa es el consumo has de saber, antes de nada, que el cannabis es una droga blanda menos peligrosa que el alcohol, y en segundo lugar, que el consumo responde mucho al precio, y que regulando el Estado tiene la capacidad de echar a los contrabandistas del mercado en una primera fase y luego fijar el precio del cannabis con la idea de minimizar el consumo. También es importante que el producto tenga una trazabilidad total, desde la plantación hasta el estanco, que permita seguir sus pasos por toda la cadena, esto obviamente en un mercado negro no lo tienes, siempre es más fácil modular el consumo si eres tú el que controla la oferta que si son prendas como el del artículo; aparte la marihuana puede coger hongos, el haschís puede adulterarse, todo esto supone un peligro para la salud pública que se podría evitar. El Estado pude dedicar parte de los ingresos a programas de concienciación y desintoxicación, de nuevo hablamos de profesionales sanitarios, psicólogos, asistentes sociales, trabajos cualificados con contrato y alta en la seguridad social, que se pagan con pasta que le quitas a la mafia (y en última instancia, por lo visto, también a Porsche). Más: hay muchas variedades de cannabis, algunas con más concentración de THC que otras, o dicho de otra manera, de un gris más oscuro en la escala de dureza de las drogas; pues bien, estando la oferta en manos del Estado, éste puede restringir la venta de las variedades que considere más nocivas. Más: dale a un chaval de 18 años 50 euros y pídele que te consiga o bien cannabis, o bien medicamentos muy potentes contra la depresión que sólo se venden con receta (y que también son drogas, todos lo sabemos), ¿qué crees que le resultará más fácil conseguir? Regular no significa facilitar el acceso, sino controlar el acceso.
Y por último: es una tendencia mundial, y lo es porque responde a evidencias claras sobre la peligrosidad real del cannabis y la conveniencia de regular su venta para mejor controlar su consumo y paliar sus consecuencias. La cuestión ya no es si lo vamos a regular, la cuestión es cuándo. Cada día que pasa nos cuesta millones de euros en impuestos, cada X tiempo algún impresentable se compra un Porsche y lo mismo algún niño pobre de la línea le considera un ejemplo a seguir.