#96 Buenos días Inesitan1. Me he sentido muy identificado con algunas de las cosas que has escrito. Por lo que cuentas, tu caso ha sido muy complicado y realmente te felicito por haber tenido la fuerza, en un momento tan difícil, de hacer todos los trámites y papeleos.
Mi madre fue cancer de pulmón también. También fue fumadora. En mi caso no tuvo una agonía como ocurre muchas veces, lo cual doy gracias cada día.
Te escribo por privado, te llegará una solicitud de amigo y me parece que para recibir mensajes la tienes que aceptar.
Mucho ánimo para ti también
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Buenas tardes, entro en meneame desde hace años, sin embargo nunca me había hecho una cuenta. Me he hecho la cuenta para contestarte porque yo también estoy en una situación similar.
Tengo 28 años y mi madre falleció hace casi dos años, cuando tenía yo 25 años. Cáncer de pulmón. Mi madre era de esas personas que habían tenido tantos médicos a lo largo de su vida, que había acabado por rehuirlos. Llevaba mal bastante tiempo, cansada y con tos, pero lo asociaba a un constipado que no terminaba de quitarse y al hecho de tener que seguir trabajando a pesar de tener 68 años, y no fue al médico hasta que ya fue demasiado tarde. Cuando fue al médico en octubre-noviembre del 2018, le mandaron un tac o una resonancia del pecho (prueba que ya le habían hecho hace unos años con la conclusión de que había perdido capacidad pulmonar pero que por lo demás estaba todo bien). En diciembre le dieron los resultados y le dijeron lo mismo que la vez anterior. Le mandaron un inhalador que se tenía que tomar dos veces al día. Pasamos unas navidades tranquilos y felices porque solo había sido un susto. En enero mi madre fue al médico de cabecera porque por fin se había convencido para dejar de fumar y quería informarse sobre si había algún programa pagado por la seguridad social. Y en esa visita es cuando se enteró que en el TAC que le hicieron en noviembre salía que tenía un tumor en el pulmón y que el neumólogo que le dio los resultados, leyó los resultados del TAC de hace unos años. A principio mi madre no quería decirnos nada (especialmente a mi padre porque es muy catastrofista), pero a final me lo dijo primero a mí y después a él. E incluso pude sacarle una sonrisa en ese momento.
Le hicieron una biopsia y en febrero nos confirmaron que era cáncer de pulmón en fase 3. Empezó la quimioterapia en marzo de 2019. Solo pudo dar una sesión. Era un tratamiento combinado de quimio + radio. Una semana quimio, una radio y una de descanso. Fue a la primera de quimio, le fue bien, incluso bromeamos con que es que no podía parar de hacer pis de todo el suero que le habían metido. A la semana siguiente no pudieron darle la pastilla de la radioterapia porque estaba muy baja de defensas. En esas llegaron las fallas. En mi pueblo hacían fuegos artificiales el día 18 y fuimos a verlos con mi hermana y su pareja, antes de ir nos pasamos a ver a mi madre y estaba bien. Dos o tres días después me llama mi padre desde el hospital que está mi madre ingresada, que se había caído por la noche. No sabemos exactamente si fue un trozo del tumor o un coágulo, pero fuese lo que fuese le llegó al cerebro y le quitó la habilidad para hablar poco a poco. Ella se entendía y creía que nosotros la entendíamos, pero no. Solo soltaba incoherencias la mayor parte del tiempo. Eso hizo que estuviera muy nerviosa porque no sabíamos lo que quería, bueno yo sí que lo sabía, que la dejáramos ir, pero no podía hacer nada.
Hacía finales de marzo un médico subnormal, por pedirle explicaciones que no entendía porque mi madre no podía seguir con la quimioterapia, me dijo literalmente "tu madre se está muriendo, es que no lo ves?". Para encontrar la explicación que estábamos buscando tuvimos que ir mi padre y yo a su siguiente cita con la oncóloga, que no le habían quitado, y la oncóloga fue lo suficientemente amable para aguantar las malas caras y formas de dos personas que estaban perdiendo a un ser querido mientras les explicaba que estaba demasiado débil para poder soportar la quimioterapia.
Nos dieron dos opciones, o llevar a mi madre a un hospital donde llevan a los moribundos por mi zona o llevarla a casa con hospitalización a domicilio. Decidimos que pasara sus últimos momentos en su casa. Fue muy duro pero creo que fue lo mejor. Tuvo que volver al hospital porque le dio un ataque, se quedó sin consciencia. Y volvió a casa otra vez. Hasta que con los cuidados paliativos se fue el día 8 de abril de 2019.
Mientras pasaba todo eso yo a mitad de noviembre empecé a trabajar y a finales de febrero (al poco de saber lo del cáncer) por circunstancias personales de mi pareja, me independice con él. (Cosa que pienso que no me agradece lo suficiente ya que en ese momento yo no tenía que estar mudándome de casa de mis padres, yo tendría que haber estado con mi madre, más de lo que ya estuve). Cuando mi madre estaba en el hospital nos organizábamos que yo estaba por la mañana, mi sobrina o mi hermana por la tarde y mi padre por la noche (cuando pude ir, que me costó poder ir unos días porque yo ya sabía que se estaba muriendo en el momento que me llamó mi padre y mi madre me sabía leer a la perfección, así que no quise ir hasta estar tranquila yo para no ponerla nerviosa). Cuando se fue a casa yo volví al trabajo. Trabajaba mi horario y cuando terminaba o me iba a casa de mis padres a ayudar en lo que pudiese con mi madre o me iba en busca de la funeraria que pudiese ofrecerme el servicio más barato porque no podíamos permitírnoslo y mis padres no tenían seguro de decesos (a partir de ahí yo me he hecho uno, te lo recomiendo, en esos momentos de la vida tu familia no está como para hacer lo que tuve que hacer yo, si lo dejas atado es una preocupación menos para ellos). Y en eso pasaban mis días en trabajar, buscar funeraria/ayudar con mi madre, llegar a casa, cenar, ayudar a hacer la comida para el día siguiente (por suerte cocina mi pareja) y acostarme. No tuve tiempo de estar triste, ni siquiera de pensar en nada.
Mi madre falleció y ni siquiera me enteré hasta dos horas después porque estaba trabajando. Llamó mi padre a la funeraria que habíamos elegido y en cuanto llegué yo a casa de mis padres me hice yo cargo de casi todo. El "velatorio" fue en un bajo que nos prestaron, obviamente sin el cuerpo, el día de la cremación estuve encargándome de papeleo también. Días más tarde recogí yo la urna. Lunes fallecimiento, martes velatorio, miércoles cremación, jueves vuelta al trabajo. Ese fin de semana casi no podía tenerme ni en pie. Lo único que quería era estar en la cama pero mi pareja no me dejó.
Mi pareja estuvo físicamente conmigo durante todo momento, a veces no muy presente, incluso rechistando alguna vez, como cuando llegaba super tarde a casa porque me había pasado toda la tarde de funeraria en funeraria, cuando me tenía que recoger de casa de mis padres para no llegar yo aún más tarde,... pero emocionalmente no lo estuvo. Entiendo que él estaba pasando por sus cosas (el motivo por el que nos mudamos juntos), pero no me pareció ni me parece a día de hoy comprensible que en el primer fin de semana después de fallecer mi madre, en el primer día de calma después de la tormenta, ale venga levántate y vamos a ver algo o a hacer algo, no puedes estar en la cama. (Si de verdad tu pareja es 100% comprensiva y te puedes apoyar en ella, es de agradecer).Creo que eso me hizo cerrar el dolor en un pequeño compartimento y alejarlo y simplemente seguir con mi vida. Eso es lo peor que he podido hacer. No he pasado un duelo, no he sanado y aún ha día de hoy es muy doloroso recordarla y en muchas situaciones me pregunto que haría ella.
Hace poco me comprometí y aunque estaba feliz, también estaba triste por no haber podido compartir ese momento con ella. Y sé que cuando llegue el momento de la boda pasará lo mismo.
Hay gente por ahí diciendo que formes una familia. No hagas nada que no quieras hacer. Nunca. No te fuerces a algo por intentar salir de una mala situación. Formar una familia no va a hacer que dejes de echar de menos a tu madre y puede que más adelante te sientas mal con la decisión que tomaste.
Dices que has ido al psicólogo, pero no lo dejes, continua yendo mientras veas que lo necesitas, pero sobretodo, aunque siempre las vamos a echar de menos, no hay que estancarse en el pasado. Hay que vivir, que es lo que ellas querrían.
Mucho ánimo y si necesitas hablar más por privado por aquí estoy
PD: Lo siento por el tocho