#102 Hay gente que desprecia al del pueblo de al lado –aunque esté a medio kilómetro–, simplemente por ser el del pueblo de al lado. Efectivamente, gilipollas y paletos los hay a patadas y en todos lados. Yo soy de Madrid y vivo en Madrid y te puedo asegurar que aquí tenemos caspa, paletos y gilipollas para regalar. No tienes más que ver al consejero de Sanidad de nuestra feliz comunidad, el pijo tonto de baba de Güemes.
Eso no va a evitar que yo le pare los pies a diario a algunos de mis simpáticos compañeros de trabajo que se refieren a los catalanes como catalufos (en el mejor de los casos) o que se pasean indignados por la oficina diciendo “qué coño se creerán estos catalanes de mierda” simplemente porque han llamado a Barcelona y quien les ha cogido el teléfono les ha saludado diciendo bon dia. Eso sí, también tengo que decir que estos son los mismos que se refieren a sus ligues de fin de semana como ‘cerdas’ (sic), a los gays como ‘maricones’ (a veces incluso ‘mariquitas’, que es ya como de Arévalo), o a los inmigrantes con cualquier nauseabundo adjetivo que se os ocurra.