¿Recordáis el agosto de 2003? Una ola de calor interminable, insufrible, un mes que pulverizó cualquier récord, 1ºC por encima de los agostos más cálidos de la historia meteorológica del país, un evento que los estudiosos de entonces calcularon que tenía un periodo de retorno cercano al milenio.
Pues estos tres últimos agostos han sido, décima arriba, décima abajo, como aquel que iba a quedar para el recuerdo como uno imposible de superar.
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Donde más se nota el cambio de temperatura es en el agua del mar. En la Costa Brava, te vas a la playa a refrescarte con un baño, y al entrar en el agua hace aún más calor que fuera. Es como entrar en un plato de sopa.
Propongo dejar de mirar el termómetro, que sin duda va a seguir subiendo día a día y empezar a proponer medidas para contaminar menos.