Acordándome de los veteranos que acaban de vagabundos, he querido mostrar a este otro, que decidió dejarlo justo después de ser ascendido. Para meterse a granjero.
Como mujer me indignan estas actitudes hipócritas y sexistas: «Esperamos que se reflexione un poco más, para descubrir, que ‘‘lo justo’’no es ‘‘lo igual’’ y que se corregirá la formulación actual de la propuesta de Ley de Igualdad, por otra, que exprese que «en las listas electorales no haya menos del 40 ó 50% de mujeres, sin que en ningún caso se excluya la posibilidad de que el número de mujeres, pueda sobrepasar este porcentaje». Un máximo de hombres, pero no de mujeres. Injusto.
Pues eso, que no todo iban a ser malas noticias: viene bien una de éstas de vez en cuando.
Se entiende que mucha gente esté en contra de la castración química. Pero es de vergüenza que a quien está enfermo y arrepentido no se le facilite, ¡cuando es él quien la pide! Tremenda política de reinserción la nuestra.