#17 El 95% de autolesiones (si no más) son llamados "gestos suicidas": buscan llamar la atención, pero no la muerte real.
Pero un médico no puede arriesgarse a que un paciente muera porque no sea de ese 95%. Así que sí, no la autolesión, sino la idea de autolesionarte, es suficiente para irte a pasar unos días allí. Simplemente porque lo normal es que no pase nada, pero ¿y si sí?
El motivo de encierro es que te puedes hacer daño, correcto. Pero eso no aparece de repente en una persona, hay que mirar sus antecedentes, antepasados, desencadenantes cercanos...el cúmulo de cosas. Yo tuve una ansiedad y depresión disparadas, pero que venían de unas moderadas. Y de uno tratamiento prolongado, y de cosas así. Hablamos de picos de una enfermedad anterior. Sigo pensando que con un Valium yo estaba listo, pero eso no quita que haya aprendido una barbaridad del "susto". Detrás de cualquier idea de autolesión, por desgracia, hay mil cosas intrínsecas detrás que es lo que los psiquiatras tienen que llegar a conocer. Ya te digo, verían mi historial y mi estado y fue lo que fue, tampoco hay que darle más vueltas.
Creo exactamente lo mismo que tú: si sabes que decir A, B y C te van a llevar a un encierro allí, la gente no dirá la verdad. Dirá lo que sea, pero no eso, porque sabe lo que acarrea. Si asumes lo que va a pasar, sí, puedes decirlo. Pero claro, yo ahora mismo si me pasa lo mismo, lo último que hago es ir a urgencias porque además en cuanto vean que ya he estado, vuelvo para dentro otra vez. Antes me meto 10 trankimazines yo en casa.
#16 Contraproducente no: que me subía por las paredes. Lo primero que hice al salir fue ir a un parque y respirar aire puro. Pasear al aire libre.
Lo segundo, conectarme a Menéame y ver las últimas 10 páginas de portada. Joder, habían pasado mogollón de cosas, pero a la vez nada. Tampoco estás 100% perdido allí: en la TV llegas a ver de refilón algo de "Al rojo vivo" o de "Las mañanas de Cuatro", y viendo los rótulos llegabas a saber de qué hablaban más o menos. Hay gente a la que demasiados estímulos le es muy contraproducente, y gente que sin Internet es como si nos faltara una mano.
También se puede considerar como una experiencia para aprender a desconectarse. Por ejemplo desde la ventana del pasillo se veía la planta de abajo por el patio interior, y veías pasar a la gente y visitas y eso. Y todo el mundo enganchado al móvil, todo el mundo. O leyendo, o pulsando, o hablando...te planteas hasta qué punto nos ha llegado el tema de las comunicaciones.
Por cierto: a partir del segundo día, si todo iba bien, tenían una llamada al día. También hay una hora donde puedes recibir una llamada. Y a partir del tercer-cuarto día se te permiten las visitas. Eso es todo contacto exterior que tienes.
#15 Pues es de lo primero que pensé. Tuve un lado "ético" que pensaba "vamos a ver: coges a la gente que mentalmente está mal, la encierras, no dejas ni que le dé el aire, la obligas hasta a ir a mear acompañado...¿cómo quieren que una persona se recupere si ni siquiera le está dando el aire?" Así que en parte mi pensamiento es que uno entra ahí para pudrirse, porque si bien hay muchas cosas que ayudan, hay otras que sin ellas me parecen imposibles la vida.
Una gran proporción de psiquiatras no es que te anulen la libertad: todos. Tu libertad es decidir qué quieres comer (te dan a elegir el día anterior todo el día siguiente) y si quieres ver la tv o dormir en un sofá. Todo por tu bien, o al menos para eliminar todos los elementos que puedan ser dañinos. Pero joder, todo el mundo necesita el aire libre, no sé cómo quieren que no se vuelva loca una persona cuya alternativa es recorrer de punta a punta los 32 metros de pasillo. Y ya.
Pero no soy médico, no puedo decir si es por tu bien o no. Los médicos cuando te ingresan (eso me dijeron a mí) lo consideran un lugar para meditar ante la falta de estímulos. Yo, por otro lado, también creo que la falta de medios lúdicos hace que te rayes más la cabeza, lo que no debe ayudar.
¿Asociaciones que lucharan por los derechos de los pacientes y abusos de psiquiatras? No sé si es así. No sé si realmente es un abuso o si realmente es lo que se necesita. Lo que sí es verdad es que hay gente que de ahí, sale mejor, por algo será. También los habrá cuya experiencia sea demasiado traumatizadora. Hablar de abusos de psiquiatras creo que tampoco es justo. Hablar sobre si ese es el mejor método para "curar" a alguien sería otra historia.
#11 Al principio sin ninguna duda excesivo, y ahora creo que también. Eso no quita que desde que entré a ahora, que hace 48 horas que salí, mi mente no haya cambiado mucho. Y tengo que reconocer que cuando entré mi mente era un nudo enorme, y ahora hay hilos muy sueltos y definidos. Pero claro, yo no soy médico para saber qué necesito. Además para eso soy muy cumplidor: lo que el médico diga, pues es lo que hay.
TODOS, absolutamente TODOS los profesionales que hay, desde enfermeras hasta el limpiador del suelo, son gente maravillosa que se portó de manera espectacular. No tengo palabras para su trabajo, que no es sencillo. De hecho me gustaría poder hacerles llegar algún detallito por este tiempo. Salvo el cabrón del "vampiro" (porque me sacaba la sangre de los análisis) que me trataba como escoria (a todos) y tenía cero tacto (el miércoles, a eso de las 22:30, me acerqué a la garita de control simplemente para preguntarle si sabían cómo había terminado el fútbol. Me mandó de malas formas a la habitación común "y no des ningún ruido"), todas (el 90% chicas, sorprendente) son maravillosas. Les gusta su trabajo, lo hacen lo mejor posible, cuando tienen un tiempo jugaban a juegos con nosotros mismos, promueven actividades... unos soles. Dentro de los límites marcados, evidentemente, y sin fiarse de las apariencias (yo parecía muy cuerdo, pero no por eso pueden fiarse más de mí que del sonao evidente, vaya a ser que se me vaya la pinza), pero un encanto todas. Algunas de ellas chicas muy jóvenes, de sus 26 años (una de ellas guapísima, unos ojazos), dedicadas por completo a su labor.
El equipo médico es maravilloso. A veces te hacen sentir de nuevo como una persona con dignidad.
#8 Muchas gracias por los datos, muy interesantes. La reincidencia es algo muy habitual: en toda la semana solo para dos personas fue nuestro primer ingreso, el resto ya habían estado ahí. Sobre el por qué la gente estaba allí, es difícil de saber porque ahí todo el mundo es inocente (como en Cadena Perpetua, en la cárcel) y no se suele hablar de cómo se ha acabado ahí, es un poco tema tabú. Con la gente que si llegué a abrirme más, muchos brotes psicóticos. Pérdida de la realidad. Incluso alguna reacción violenta (creo que los últimos días los pasé peor porque entró un chico, que luego era muy majo, que venía de la cárcel. Pensábamos que sería algo tipo "tenencia de drogas", pero no: "posesión ilegal de armas e intento de homicidio". Son delitos mayores y gordos, y sobre todo de sangre. Luego el tipo era simpático, aunque claro, tenías tus reticencias a hablar con él.
También me sorprendió ver la cantidad de gente mayor que había, mucha gente que a priori lo que parece es que tienen demencia y los pobres han perdido el norte. Pero no nada enfermo, sino degenerativo.
Y las drogas, por supuesto las drogas. Hay gente destrozada por ellas. Te conciencias mucho de su peligro cuando has estado ahí, con eso no se juega. De verdad os lo digo, alejaos de las drogas como de la peste, no acabéis ahí.
#7 Correcto, son para casos en los que alguien tiene un brote y tiene que ser controlado, no para residir siempre. Una vez su situación mejora, pasa a ser supervisado por quien se estime oportuno, ya sea volver a casa con la correcta medicación, o ir a una residencia, o lo que se estipule. Estos centros solo tratan a uno en caso agudo.
#6 Realmente no sé en qué se diferencia una unidad de salud mental de una de prevención del suicidio, y como ha sido mi primer ingreso, no puedo darte datos totalmente correctos. Las limitaciones de libertad son sin duda por la capacidad de peligro que tiene la gente, tanto para otras personas como para sí mismos. Creo que las limitaciones son comunes a todo espacio de salud mental, creo que se parecen bastante. Las unidades de prevención del suicidio son de salud mental, y viceversa (creo, pero no me hagas caso 100% seguro).
Para que te hagas una idea, entrar es como la cárcel: se te consigna todo lo que lleves (en mi caso llevaba una barra de cacao de labios que también se me quitó, se te da un pijama (con el que estarás todo el día, como en todo hospital), se te explica por encima cómo funciona la rutina del centro y esas cosas. Y si no cumples las normas, hay castigos. Por ejemplo un interno estuvo atado a la cama con correas durante días porque se negaba a tomarse la medicación. Otros se pueden relacionar con la gente pero porque les han inyectado algo y los han calmado antes.
Estuve por algo muy simple y que os aseguro que os puede pasar a todos. Aparte de problemas depresivos previos, simplemente tuve un ataque más agudo de no ver salida. Te leo el parte: "síndrome ansioso-depresivo reactivo adaptativo". A poco que se te pase por la cabeza alguna idea de autolesión, vas para dentro. Pero yo iba a urgencias porque estaba nervioso y quería que me pincharan un Valium o algo así, simplemente. Y a las 4 horas ya estaba ingresado traslado en ambulancia mediante. Se puede acabar ahí con MUCHA facilidad, como decía antes un compañero, incluso por meras crisis de ansiedad. En mi caso 8 días porque vieron una clara evolución, y la valoración es diaria.
Hay un tiempo mínimo pero que es por ley en todo hospital (24 horas). Y no hay un máximo, aunque estos centros no buscan quedarse los enfermos para siempre, son solo cuando tienen brotes y los estabilizan. Una media de estancia podría ser 10 días, quizá 12. Pero incluso en algún caso se puede llegar a más de un mes. La alta, evidentemente, por mucho que la pides, no te la darán hasta que lo estimen oportuno (salvo casos muy puntuales).
Mi riesgo de suicidio no era muy alto, pero tenía pensamientos, y el protocolo es muy estricto con esas cosas. Durante toda mi estancia fui colaborador, hablador e incluso divertido, coherente. Las enfermeras toman nota de todo eso para ver que uno está bien o no está bien. Son cosas muy lógicas, la verdad, pero el que no está bien, no las ve ni las hace. Se considera un tiempo de simplemente desconectar y replantear la vida (en mi caso, digo) para que una situación aguda no la vuelva a vivir.
Pero allí podemos acabar el 70% de la población, sin exagerar. Evidentemente no loquísimos, pero sí retenidos por unos días.
#1 Me parece muy interesante que podamos intercambiar opiniones al respecto. Afortunadamente ha sido mi primer (y esperemos que último) ingreso, con la curiosidad de que nunca me habían ingresado ni en planta de un hospital normal, así que no puedo comparar.
En mi caso la restricción del movimiento se basaba en que desde las 9:15 de la mañana no puedes entrar en tu habitación (salvo que necesites ir al baño, en cuyo caso tienes que ir a pedirlo al control). De 14:30 a 16:30 vuelven a abrir las habitaciones para una siesta (o lo que quieras hacer) y se vuelven a cerrar hasta las 23:00.
Toda comida estás obligado a hacerla en la "sala polivalente" y sentado con todo el mundo, y nadie se puede levantar hasta que el último no acabase.
Por supuesto, el afeitarse es literalmente delante de una enfermera y conforme acabas, a ella la cuchilla.
Personalmente la experiencia ha sido muy dura puesto que he visto a gente de todo tipo, desde sonaos totalmente a los que les auguro muy mala solución, a gente tremendamente inteligente y que no consume ninguna droga pero ha tenido mala suerte. Además cuando entras, al menos en mi caso, estás absolutamente acojonado. Es algo que no lo deseo pasar a nadie.
Si estuviste ingresado, espero que nunca vuelvas a vivir la situación. Mucha suerte, compañero.
Antes de que hagáis alguna pregunta (si es que esto lo llega a leer alguien, pues soy lurker habitual pero nunca me había animado a participar) os puedo comentar algunos puntos de lo que más me ha llamado la atención en mi ingreso.
Es una zona de un hospital público, pero que está totalmente cerrada y a la que no puede acceder cualquiera. Las puertas son dobles y blindadas con un vigilante de seguridad 24 horas. Está prohibido el móvil, PC o cualquier aparato tecnológico. En todas partes hay cámaras de seguridad y no puedes ni orinar sin que una enfermera (o enfermero, aunque eran los menos) te diese el visto bueno. Tampoco beber agua sin que te la den ellos.
Vivíamos 10 internos (en el momento de más ingresos) en un espacio de unos 88 metros cuadrados (literalmente. Lo medimos) divididos en una sala común donde estás obligado a estar durante todo el día (24 metros cuadrados) y un pasillo que puedes recorrer de punta a punta (32 metros de largo por dos de ancho). A las 8 te despiertan como muy tarde, y a las 23:00 tienes que irte a dormir. Las habitaciones están cerradas durante el día y son de 6 metros cuadrados, incluyendo baño (cuya puerta NO se puede cerrar nunca, aunque necesites "hacer un 2").
Prohibido prácticamente cualquier elemento, es como estar en la cárcel.
Y la tortilla, por supuesto, con cebolla (aunque allí la hacen sin cebolla y sin sal. Ninguna comida lleva sal).
Muchas gracias a ti por el interés.