#4 Que no estés de acuerdo no la convierte en "errónea".
En época de Marx la religión era el opio. Ahora hemos evolucionado para, tristemente, toparnos con el opio del nacionalismo, del veganismo y de tantas otras cosas que debieran ser secundarias. Lo que debiera definir a alguien de izquierdas es la lucha porque todo el mundo tenga las mismas oportunidades nazcas donde nazcas. Si dejamos de colaborar con alguien porque a su bandera le falta el color x o porque su lenguaje es sexista, nos estamos distrayendo de lograr nuestro objetivo.
Ese es el problema mas visible, y que afectan tambien a personas de izquierdas y autroplocamadas "librepensadoras" pero que en el fondo solo siguen unas directrices (también llamados dogmas) a rajatabla y no se paran a razonar. Sin embargo el texto también pone de manifiesto justo lo contrario: El peligro de pensar demasiado las cosas, de debatir cada detalle y de gastar tiempo, energía y la unidad del mismo grupo en cosas circunstanciales que poco o nada tienen que ver con el problema inicial.
En época de Marx la religión era el opio. Ahora hemos evolucionado para, tristemente, toparnos con el opio del nacionalismo, del veganismo y de tantas otras cosas que debieran ser secundarias. Lo que debiera definir a alguien de izquierdas es la lucha porque todo el mundo tenga las mismas oportunidades nazcas donde nazcas. Si dejamos de colaborar con alguien porque a su bandera le falta el color x o porque su lenguaje es sexista, nos estamos distrayendo de lograr nuestro objetivo.