Porque nos han educado en la hipocresía y la falsa amistad. Porque le tenemos miedo a los enfrentamientos personales. Porque somos muy cobardes para según qué cosas.
Otra cosa es la Agencia Tributaria que vez motas de polvo pero no montañas de arena (o de ladrillo en este caso).
Supongo que habrá demasiados intereses como para "no meter mano" a todos los "urdangarines" en mayor o menor escala que hay en este país.