La política a pervertido los corazones, corrompido voluntades y se ha traicionado a si misma.
Todos los habitantes de la tierra saben que el mundo está corrompido hasta la médula. Ahí están los paraísos fiscales para confirmarlo, pero sin embargo todos vivimos con una sensación plena de complacencia porque disfrutamos de una parcela mínima de confort.
Parece que el breve lapso de tiempo que permanecemos dentro de esa parcela ya nos compensa por todo lo que nos pasa fuera.
El mundo puede cambiar. Las personas no somos conscientes del poder que tenemos todos cuando nos unimos, la inmensa marea que podemos crear. Pero para eso primero tenemos que hacer oídos sordos a los que dicen que todos son iguales, que todos roban y que a la hora de escoger son ellos o el caos.
El ser humano es capaz de pervertir y de corromper hasta la más sagrada de sus instituciones y la política, la que debería de velar por un reparto equitativo y solidario de los recursos de la tierra no iba a ser menos.
Está esto lleno asquerosamente de "ad hominen".Sale una declaración de una chica que no se ni quién es diciendo una verdad como un templo y salen como escorpiónes contra el autor del envío.
Todos los habitantes de la tierra saben que el mundo está corrompido hasta la médula. Ahí están los paraísos fiscales para confirmarlo, pero sin embargo todos vivimos con una sensación plena de complacencia porque disfrutamos de una parcela mínima de confort.
Parece que el breve lapso de tiempo que permanecemos dentro de esa parcela ya nos compensa por todo lo que nos pasa fuera.
El mundo puede cambiar. Las personas no somos conscientes del poder que tenemos todos cuando nos unimos, la inmensa marea que podemos crear. Pero para eso primero tenemos que hacer oídos sordos a los que dicen que todos son iguales, que todos roban y que a la hora de escoger son ellos o el caos.
El ser humano es capaz de pervertir y de corromper hasta la más sagrada de sus instituciones y la política, la que debería de velar por un reparto equitativo y solidario de los recursos de la tierra no iba a ser menos.
elpais.com/politica/2016/11/16/actualidad/1479313243_978711.html