Monseñor Demetrio, que a principios de 2012 afirmaba que “algunas escuelas de Secundaria, dentro de los programas escolares, incitan a sus alumnos a la fornicación, de la que hay que huir”, incitación que hace extensiva a los medios de comunicación, al cine, a la televisión. En esa carta semanal explicaba que “la “fornicación” significa “una sexualidad desorganizada” y que esto es “como una bomba de mano que puede explotar en cualquier momento y herir al que la lleva consigo”. ¿Solución? “La castidad, la virtud que educa la sexualidad haciéndola humana y sacándola de su más brutal animalidad”.
http://sociopolitica.com/sociedad/ano-nuevo-practicas-viejas
A propósito de Luis el Cabrón
El 16 de julio de 2009 posteábamos Ignacio Camacho: Se busca a Luis el Cabrón, denominación que no nos hubiéramos atrevido a adjudicar a nadie, y menos a un senador del Reino, a Luis Bárcenas. Fue el prestigioso periodista de ABC, diario junto a La Razón, reducto de los valores más puros de la civilización occidental, el que barajó este ofensivo apelativo en su artículo “Se busca a Luís el Cabrón” aunque tampoco sea él el autor: el nombre de “Luis el Cabrón” no se lo ha inventado Ignacio Camacho, sino que aparece en la doble contabilidad de la Gürtel y que, según apunta la investigación que hizo el juez Garzón, podría tratarse del tesorero del PP, Luis Bárcenas:
“Los marianistas están que no duermen, presos de una obsesión conspirativa, y en la vigilia brumosa del insomnio se les aparece, con el perfil inquietante y sombrío de un aguafuerte goyesco, el difuso fantasma de Luis el Cabrón. Así llamaban los corruptos de la Gürtel, en las notas de su pringosa contabilidad paralela, a uno de los recipiendarios de dinero sospechoso, a quien el juez Garzón adjudicó en el «dramatis personae» del sumario la identidad civil de Luis Bárcenas”
http://sociopolitica.com/sociedad/a....-el-cabron