#14 Después de haber vivido en 5 países en los últimos 8 años mi impresión es que Alemania, al igual que los países nórdicos, se diferencia de nosotros en el sentimiento de sociedad y el pensamiento comunitario.
En España (y mayoría de países mediterráneos) cada uno va a su bola. La gente se mete a política para sacar tajada y robar esta socialmente admitido; me sigue impresionando cuando vuelvo que la gente se jacta abiertamente de haber pasado muebles en el carrito de IKEA sin pagar, de haberse comprado el coche Xmil euros más barato por noseque chanchullo con los impuestos o de conocer un truco para colarse en el metro. Te sorprende que la gente considere la bandera regional y la nacional como cosas enfrentadas. España es un país donde la gente se queja cuando las cosas le van mal y cuando se le arreglan se le olvida todo y de todos. Donde se esgrimen argumentos “revolucionarios” para justificar decisiones motivadas sola y exclusivamente al beneficio personal (como la descarga de material contra la decisión de su propietario intelectual o la falta de implicación en al vida política). Donde el éxito profesional y económico están mal visto y son motivo de envidia, donde se rallan los Porches por ser Porches y donde los ricos, da igual como hayan conseguido su fortuna, son los malos que deben pagar los platos rotos de una crisis en la que muchos de ellos fueron los únicos que se arriesgaron a emprender mientras el resto se alimentaba de la carroña que dejaba a su paso el boom inmobiliario.
Hasta que España no sea un país donde todos remamos en la misma dirección la mera comparación nos hace parecer patéticos.
En España (y mayoría de países mediterráneos) cada uno va a su bola. La gente se mete a política para sacar tajada y robar esta socialmente admitido; me sigue impresionando cuando vuelvo que la gente se jacta abiertamente de haber pasado muebles en el carrito de IKEA sin pagar, de haberse comprado el coche Xmil euros más barato por noseque chanchullo con los impuestos o de conocer un truco para colarse en el metro. Te sorprende que la gente considere la bandera regional y la nacional como cosas enfrentadas. España es un país donde la gente se queja cuando las cosas le van mal y cuando se le arreglan se le olvida todo y de todos. Donde se esgrimen argumentos “revolucionarios” para justificar decisiones motivadas sola y exclusivamente al beneficio personal (como la descarga de material contra la decisión de su propietario intelectual o la falta de implicación en al vida política). Donde el éxito profesional y económico están mal visto y son motivo de envidia, donde se rallan los Porches por ser Porches y donde los ricos, da igual como hayan conseguido su fortuna, son los malos que deben pagar los platos rotos de una crisis en la que muchos de ellos fueron los únicos que se arriesgaron a emprender mientras el resto se alimentaba de la carroña que dejaba a su paso el boom inmobiliario.
Hasta que España no sea un país donde todos remamos en la misma dirección la mera comparación nos hace parecer patéticos.