#3 No soy capaz de entender cómo alguien con mínima madurez mental y empatía pretende eliminar la sanidad pública. Cuanto mayor sea la cantidad de personas mal atendidas, mayor será el deterioro de la sociedad en su conjunto. Eso termina por afectar a todos. Parece mentira que hayamos pasado por una pandemia reciente
#102 yo también soy ateo. Opino que hay que respetar a las personas por sus actos. No me parece que las ideas y creencias sean merecedoras de respeto, sobre todo si son contrarias a la razón y a los derechos humanos
#19 Coincido contigo en buena parte de tu valoración acerca del Islam, pero no me parece que las creencias sean respetables. En mi opinión, las personas pueden ser dignas de respeto, las ideas no
#12 ¿Respeto y admiración? Pues no sé yo si Mr. Putin lo merece...
En mi opinión, creo que debería ser juzgado por crímenes de lesa humanidad ante el tribunal penal internacional. Igual estoy equivocado, porque no acabo de ver justificación a invadir una nación soberana
Es posible que la justificación, en su cabeza, venga más por su contexto religioso/cultural, que por su nacionalidad.
Tal vez este sujeto sea inglés nativo, y sea su religión, o sus costumbres, las que le hagan pensar que su comportamiento es aceptable
Para mí no hay excusa válida, lo considero un ser abyecto sin lugar en una sociedad decente
Ignoro si el Islam ve con buenos ojos el matrimonio de Mahoma con Aisha.
Vivo en un pueblo de 16000 habitantes con todos los servicios, y no veo que la gente se quiera marchar
Tenemos la ciudad a 25 minutos en coche, y a 45 en metro/cercanías
La calidad de vida es inmejorable, sobre todo a partir de una cierta edad
Entiendo que estas circunstancias no son aplicables en todos los casos
#89 Hombre, a los empresarios es a los que más les conviene poner trabas a la legalización de los inmigrantes.
Así pueden emplearlos en condiciones de esclavitud, y de paso reventar los derechos del resto de los trabajadores, compitiendo a la baja
Cuanta más desunión haya en la clase trabajadora, mejor para la burguesía capitalista