#6 No estoy de acuerdo con lo que dices, al menos plenamente.
Es cierto que escuchar y acceder a ese gran catálogo en streaming es la gracia de Spotify, pero una vez que te pasas a la versión de pago y puedes sincronizar offline todas tus listas con todos tus dispositivos, la cosa adquiere otro cariz.
Y por ese precio, me parece una justa respuesta al consenso entre industria musical y consumidores digitales.
PD: Llevo probando multitud de reproductores Amarok, iTunes, SongBird, etc. Y me quedo con este, de lejos.
#6 Pues en mi móvil para escuchar musiquita en el coche o en el metro la gracia está en el offline, por lo menos mientras sigamos teniendo la penosa cobertura de 3G actual...
#30 La moda desde un punto de vista meramente estético no tiene ninguna aplicación funcional. Este no es el tipo de oficio o arte que mejora la vida de la humanidad. Jesús del Pozo y el resto del gremio no trabajan (trabajaban...) estudiando nuevos materiales térmicos o más resistentes o más baratos, estudiaba cómo con ciertas formas y colores podía sacar tajada de los que lo pagaban.
La gente del "todogratix" no son clientes. Bajan porque está gratis. Pero si no para nada comprarían. No hay que fijarse en ellos como que "son perdidas" Solo se aprovechan de la situación.