Hace unos 25 años, en una ciudad grande de la provincia de Girona, con hospital propio y bien grandecito, me torcí un tobillo y tuve que ir a Urgencias. Me enyesaron y me pusieron en una silla de ruedas. Yo tendría 17 años. Me dijeron "pues ya está, ya puedes irte a casa". Eran las 2 de la madrugada. Yo les dije que vivía solo, mi padre estaba de viaje y no tenía familiares cercanos. Se encogieron de hombros, me dejaron en la silla de ruedas en la salita de espera. Les pregunté si no podían, por favor, llevarme a casa de alguna manera, ni siquiera llevaba yo dinero encima, era menor de edad. Que lo sentian pero evidentemente no podían disponer una ambulancia para un caso así.
Me tocó llamar y mandar SMS (la época en la que se pagaban los SMS) a amigos cercanos. Uno de ellos, muy buho nocturno él, se acercó hasta Urgencias. Nos dijeron que la silla de ruedas se quedaba en el hospital. Pedí unas muletas, por piedad, pero ni eso. Así que me sujetó, y me fui cojeando apoyado en él hasta mi casa, os podéis imaginar lo agradable que fue ese paseo. Lo tengo grabado a fuego en mi memoria.
En fin. Las cosas, por lo que veo, no han cambiado tanto.
pd: por lo menos nosotros éramos dos mozos jóvenes y pudimos sacar adelante la situación con energía, lo de estos ancianos casi centenarios y con enfermedades como el Alzheimer... ufff... eso sí es una historia terrible y no la mía. Asco de sociedad la que permite algo así.
¿Alguien más por aquí que meta sandwiches del Rodilla de estraperlo en los Yelmo, distribuidos uno en el bolsillo, otros pegados a la cintura, o dentro de la chaqueta, otro en la riñonera,...?