La experiencia dentro de local resultó ser devastadora para sus economías: seducidos por las camareras y creyendo haber ligado, comenzaron a consumir más y más bebidas. Al día siguiente recibieron un baño de realidad al contrar su cuenta completamente a 0 y sin rastro del dinero que tanto les había costado ahorrar.
Disclaimer: he cambiado el título porque el original (Snt from my ihpone) no tiene ningún sentido si no has visto la serie. Espero que los Supertacañones no me castiguen por tomarme esta licencia.
#2 Así es. Desde hace 30 años funciona en la selva peruana un centro de desintoxicación fundado por un médico francés que utiliza la ayahuasca para pacientes adictos a la coca, basuco, alcohol, tabaco, metanfetamina y demás drogas de abuso. Sus indicadores de éxito están muy por encima de las terapias habituales: www.takiwasi.com.
#4 "Mismamente si cambiaran la receta y comandos de francotiradores militares pudieran abatir a las bandas cuál zona de guerra a lo mejor en unos meses los narcos no controlarían un tercio del país."
Vamos a empezar por tu barrio, si vemos que funciona ya lo exportamos al resto del mundo.
#1 El hombre (y la mujer) llevan drogándose desde que el mundo es mundo y van a seguir haciéndolo. La reunión de la ONU que está teniendo lugar en este momento en Viena para prohibir más drogas sería ridícula si no fuera directamente letal.
#1 Qué pena, confirmas lo que dice Savater en el artículo. Yo prefiero no matar al mensajero y leer y escuchar los argumentos de cada quien y juzgar luego. Después de esta noticia acabo de enlazar una sobre Puto Mikel en El Diario. Me parece tan válida una como la otra.
"(...) Así las cosas, la pregunta que necesariamente hemos de hacernos si decidimos empezar a pensar y no solo nos limitamos a obedecer es: ¿por qué?, ¿por qué, si la prohibición no funciona, se mantiene? O, mejor dicho, en la medida en que todo en este mundo se mueve por dinero –“poderoso caballero”, decía Quevedo–, preguntémonos: ¿a quién le interesa la prohibición? Cuestión distinta, queridos lectores, es que no queramos saber la respuesta. "
#1 La prohibición es el problema, no la "legalización" ("descriminalización" sería el término más apropiado). El otro gran problema de Holanda, más concretamente de Amsterdam, es que la tolerancia para con las drogas blandas sólo se hizo a nivel local, lo que convirtió a la ciudad en una meca de los fumetas de toda Europa. Si hubiera coffee shops en París, Londres o Palencia otro gallo nos/les cantaría.
Pero, efectivamente, y como señala #2 el problema gordo viene con la cocaína: no dejan de crecer las aprehensiones en el puerto de Rotterdam y, sin embargo, la calidad de la farlopa sigue aumentando y su precio bajando en todo el mundo, lo que apunta a que la producción está varios pasos por delante de las incautaciones policiales.