Mira, otro viejo fachuzo ultranazionalista al que ya no se le levanta y tiene que compensarlo echando pestes de una juventud que vale mucho más que él y toda su ralea.
Mientras no desvelen toda la mierda causada por el CNI y demás servicios de inteligencia de policía, ejército, GC, y esa está bajo la intocable Ley de Secretos Oficiales, como si se la cascas a un muerto.
Es errónea. Se pierden a menudo fuentes industriales de cesio, iridio y antiguamente cobalto. A veces incluso las roban gente que no sabe lo que está robando (como en este caso del año pasado en Madrid: Robo de un maletín radiactivo en Madrid: las autoridades piden su entrega inmediata (elconfidencial.com) ). Así que "la última vez" (o "muchas de las últimas veces") que se perdió una cápsula de esas... no pasó nada.
Si nos retrocedemos al año catapúm como han hecho estos, el caso de Kramatorsk fue desafortunado, pero el peor caso que se conoce por fuente radiactiva que pasó al medio ambiente es el famoso Accidente radiológico de Goiânia - Wikipedia, la enciclopedia libre en Brasil, 1987.
¿Pero hay alguien tan mononeuronal para no haberse dado cuenta a estas alturas de que EEUU es una potencia en decadencia que intenta arrastarnos al resto del mundo a la guerra y la miseria para mantener su hegemonía comparativa mediante toda clase de provocaciones, sabotajes e intrusiones en nuestras opiniones y elecciones a través de los masivos medios que controlan?
Luego se quejan de los okupas.
Tod@s tendríamos que hacernos okupas contra estos acaparadores. Y que no me vengan con el cuento de la abuelita con su rentita, que aquí los grandes operadores son bancos y agencias.
Yo conocí a ucranianos de antes de la guerra, de antes y después de lo de Crimea en 2014, y todos estaban de acuerdo en que su país no era el más corrupto del mundo pero debía estar entre los que más. De todas las repúblicas ex soviéticas, ellos mismos decían que sólo Kazajstán les superaba (pero es que a los kazajos hay que darles de comer aparte). Así que no sé por qué nadie debería extrañarse de que siga pasando lo de siempre, con independencia de con qué equipo vayas en la guerra actual.