A pesar de todo y sin que haya que ignorar todas las sombras, algo hace:
Realiza labores filantrópicas, ya sea de forma personal o a través de sus múltiples empresas como son la Fundación Telmex; el Museo Soumaya, de su esposa Soumaya Domit de Slim (fallecida en 1999); el rescate del Centro Histórico de la Ciudad de México (centro histórico del Distrito Federal) y recientemente en la Fundación Alas, creada por la cantante Shakira.
La ayuda se extiende a toda América Latina a través de la Fundación Carso que, con un patrimonio inicial de 4000 millones de dólares y presupuestado en pocos años a más de 10 000 millones de dólares, apoya sus diversos programas de ayuda.
También se están creando tres institutos Carso: de Salud, Educación y de Deporte, y se aportarán 100 millones de dólares para combatir la pobreza, conjuntamente con el ex presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, y el empresario de Canadá, Frank Giustra.
RSC, populismo, marketing... desde luego, pero ahí están los datos.
Pese al blanqueo de dinero en Europa, la corrupción generalizada en el país, los atentados sistemáticos contra los derechos humanos constatados por el relator de las Naciones Unidas sobre la Tortura, y la desigualdad extrema del país, la riqueza petrolera parece otorgar inmunidad al dictador, que ha sido recibido, y tratado como amigo por Condoleezza Rice, Nicolas Sarkozy, Kofi Annan, Juan Carlos I de España, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy, y otros mandatarios.