Los productos de la tienda de Apple tienen un defecto, que solamente se pueden escuchar en un iPod. Si a la gente no le gusta, que no los compre. No es que la tienda de Apple tenga una posición de monopolio absoluto que exija una intervención del Estado para terminar con prácticas abusivas. Hay alternativas y ya se encargará la gente de juzgar qué le conviene más.
No deja de ser curiosa toda esta agitación durante el juicio del 11-M, con un juez que no deja que la conspiración asome lo más mínimo la cabeza en la sala. ¿Para cuándo una comisión de investigación sobre las acciones de las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia bajo la dirección del gobierno del PP? Algo como lo que hubo en los EE.UU. después del 11-M es también imprescindible en España.