Con semejantes premisas no es de extrañar que por Europa se esté extendiendo una reunión llamada fiesta del achuchón (cuddle party) donde los participantes pagan por dar y recibir cariño. Por 15 euros, durante dos horas y media, se puede hablar, acariciar, abrazar y mimar, en definitiva, querer y dejarse querer. Lo malo no es la idea en sí, sino que estemos llegando al punto de tener que pagar para llenar nuestras carencia afectivas al menos unas horas.
Y hoy, ¿cuál es su papel en la fórmula 1? En el circo hay rumores para todos los gustos. Unos hablan de su papel de comisionista. Los hay que prefieren denominarle "abrepuertas". Y también, "El Conseguidor". Palos de ciego. Ni los íntimos saben a qué se dedica Alejandro.
Cambiar Holcausto por 11-M y sustituir odio racial por odio a culturas. ¡Sorpresa!