Una historia buenísima. El tatuaje se puede quitar, pero como bien dice el texto, si se lo quita, los de la 18 lo tomarían como una ofensa... Y supongo que eso no es muy recomendable.
Hola, soy Irene Serrano, autora del texto que publicó Nacho e implicada en los hechos. Como he visto que muchos hacéis alusiones al tema de sus zapatillas, sólo quiero puntualizar que entre los que entramos, varios iban con chanclas, bermudas y camiseta. Uno de los colombianos que entró conmigo iba, de hecho, con Hawaianas. Os aseguro que el asunto no es cómo iba vestido Vaneet. La pregunta es, ¿por qué le piden el NIE y una vez comprueban su nacionalidad deciden que no pude pasar?