Sigo a Ibai desde hace muchos años y me alegro por él y por todo lo que está pasando.
El periodismo deportivo se ha convertido en una especie de jungla, donde periodistas y tertulianos se creen los protagonistas y tienen una guerra montada entre ellos para ver quién da la exclusiva más gorda. Estamos cansados de su altanería y su prepotencia, buscando siempre el titular sensacionalista, te sueltan cada día un montón de noticias falsas llenas de paja. Y claro, cuando alguna es verdad les falta tiempo para recordarte que ellos lo dijeron primero. Se creen que somos tontos. Encima cuando entrevistan a alguien, muchas veces lo hacen sentir incómodo y eso se transmite al espectador.
Entre toda esta mierda, aparece un chaval currando con humildad y tratando a la gente con respeto. Se rieron de él y al final les ha adelantado tan fuerte que les ha quitado hasta las pegatinas.
El periodismo deportivo se ha convertido en una especie de jungla, donde periodistas y tertulianos se creen los protagonistas y tienen una guerra montada entre ellos para ver quién da la exclusiva más gorda. Estamos cansados de su altanería y su prepotencia, buscando siempre el titular sensacionalista, te sueltan cada día un montón de noticias falsas llenas de paja. Y claro, cuando alguna es verdad les falta tiempo para recordarte que ellos lo dijeron primero. Se creen que somos tontos. Encima cuando entrevistan a alguien, muchas veces lo hacen sentir incómodo y eso se transmite al espectador.
Entre toda esta mierda, aparece un chaval currando con humildad y tratando a la gente con respeto. Se rieron de él y al final les ha adelantado tan fuerte que les ha quitado hasta las pegatinas.