Twitter quiere vender su nueva publicidad a segmentos concretos y, para eso, tiene que valorarlos no sólo en función de su número de seguidores, sino en función de su influencia y relevancia («retuits», favoritos). Es un paso más en la monetización de Twitter», añade Moral. El sistema recuerda a los «top tuits» que ponen de relieve los mensajes más relevantes. «Democratiza la influencia de los usuarios y nos pone a todos a un mismo nivel», matiza Rodríguez.
Scala Dei dejó de ser una escalera hacia Dios en 1835, cuando la cartuja fue saqueada y reducida a ruinas. Posteriormente sus viñas se vieron afectadas por la
Nike gasta en marketing 2.400 millones de dólares anuales. Samsung 3.000 millones. Microsoft 1.900 millones y Apple apenas 1.000 millones de dólares (los ‘maqueros’ le hacen gratis parte de la campaña). Obama y Romney van a gastar los mismo: 1.000 millones cada uno. Es la campaña más cara de la historia de las elecciones estadounidenses, pues se irán 2.000 millones de dólares en unos pocos meses –y no en un año como las marcas mencionadas. Parafraseando la campaña de Bill Clinton de 1992: ¡Es el marketing, estúpido!
Concurso, creado para empresas, donde se premiará a la mejor idea de aplicaciones para iPhone y iPad. El concurso lo lanza la multinacional de ingeniería informática, evermind y lo único que tienen que hacer las empresas es entrar en la página web www.evermind.com y rellenar el formulario con su idea. La que sea elegida ganadora conseguirá el desarrollo gratuito de esta aplicación. Además sortean un iPad entre los participantes.
Utilizar a los monstruos de Barrio Sésamo para enseñar a los niños comportamientos saludables parece una buena idea. El cardiólogo Valentín Fuster se ha propuesto extender por toda España un programa de vida y alimentación saludables dirigido a niños. Para este fin, Fuster ha lanzado una nueva fundación (Fundación SHE), que entre sus iniciativas tiene previsto usar a los muñecos de esta conocida serie para mostrar hábitos de vida sana a los más pequeños.
Las promesas electorales de los partidos políticos hacen especial hincapié en el tema de conciliación, sin embargo, a la hora de gobernar no toman medidas efectivas y con cobertura presupuestaria para alcanzar esa conciliación.